Estamos en la semana de la JMJ, donde la Iglesia se pone en camino para dar lo que realmente tiene. Mejor dicho, para “darse”. Dar la Misericordia que recibe de Jesús, como regalo del Padre, alentada por el revoloteo del Espíritu que nos impulsa continuamente hacia adelante, en medio de este mundo empeñado en violencia, venganza y división.
La Iglesia, de la mano del papa Francisco, no quiere acumular, ni riquezas, ni títulos, ni nada que la pueda inmovilizar en su misión de ser tienda de campaña de la Misericordia. En esas estamos: en darnos a fondo perdido. Ahí, paradójicamente, encontraremos nuestra riqueza, la felicidad de la sintonía con el Reino.
Repartamos corazones y alegría. Así sembraremos misericordia y los graneros del Reino se llenarán de frutos gratuitos para compartir. Cada uno podemos convertirnos en pieza necesaria para el movimiento y la donación. ¡Adelante!
Ofrezcamos esta semana nuestras oraciones por todos los peregrinos que se convocarán en Cracovia, para que sus vidas sean transformadas por el encuentro con Cristo. Tengámoslos presente, especialmente a nuestro párroco Antonio Luis y a todos los de nuestra Diócesis que participan en estas Jornadas.
¡Feliz semana!