Es una reflexión teológica del evangelista en torno al significado de la eucaristía como alimento espiritual de la fe en Jesucristo por parte de la comunidad.
Este pasaje deja traslucir y refleja una circunstancia histórica de la vida de Jesús: que tuvo fama de taumaturgo y que le seguían multitudes, sobre todo en algunos momentos.
Pero además el texto refleja la polémica que suscitó Jesús en sus contemporáneos y en las personas religiosas y cumplidoras de la ley y la crítica fina puesta en boca del propio Jesús que puede reflejar la distancia entre la comunidad judeo-cristiana y los judíos que rechazan a Jesús.
Otro aspecto es el argumento en la polémica que se trae a colación con a referencia al Antiguo Testamento, la figura de Moisés y el maná.
Ciertamente es una elaboración teológica en la disputa entre la comunidad judeo-cristiana y los fariseos.
Esta alusión a Moisés y al maná es un recurso fundamental para apología de la fe de la comunidad. Jesús es el nuevo Moisés y la eucaristía es el nuevo maná. Es una reflexión teológica articulada en un diálogo muy elaborado un tanto artificial entre Jesús y los judíos.
Y podemos considerar los siguientes puntos:
1º punto: La fe comienza con la apertura a la realidad. Con una búsqueda.
2º punto: El encuentro con Jesús ilumina el corazón.
3ºpunto: Jesús se nos da como alimento en la eucaristía.
4º punto: Nos unimos a él y los hermanos por la comunión.
5º punto: La vida humana adquiere sentido y se plenifica.
6º punto: contemplamos la realidad de un modo nuevo: desde la conciencia transpersonal.
Marcelino Sánchez, sj