Seguimos
en la lectura del Evangelio de Juan con los ecos del signo de la multiplicación
del pan para la multitud que hizo Jesús.
Estos ecos
son reflexiones teológicas sobre el significado de la persona de Jesús para el
creyente.
Estos ecos
son elaboraciones de la propia comunidad en contexto de disputa con los judíos
que no han aceptado a Jesús y no forman parte de la comunidad, aunque unos y
otros son judíos.
El primer
eco gira en torno al origen de Jesús. Para la comunidad, Jesús resucitado
pertenece a la esfera de Dios. Resumirían diciendo: "bajó de Dios y ha
subido con él”. La eucaristía es el "pan bajado del cielo". Esto
resultaba escandaloso para los demás judíos. Por ello este diálogo de
"besugos" entre Jesús y ellos.
El segundo
eco, el círculo hermenéutico en Juan: El Padre-Jesús-el creyente. Es una
dinámica de comunión circular entre estos tres "nódulos". Por la fe se
incorpora el creyente en este círculo espiritual.
El tercer eco es la referencia al Antiguo Testamento
en la figura de Moisés y el maná. Se traen a colación para apología de la fe de
la comunidad. Jesús es el nuevo Moisés y la eucaristía es el nuevo maná. Es una
reflexión teológica articulada en un diálogo muy elaborado un tanto artificial
entre Jesús y los judíos.
Y podemos considerar los
siguientes puntos:
1º punto: Para
tener fe en Jesús hay que abrirse a él y confiar.
2º punto: Jesús
resucitado está en Dios. Vino a nosotros y ahora está con él.
3ºpunto: Pero Jesús
"baja" a nosotros dándosenos como alimento en la eucaristía.
4º punto: Al
tomar el pan nos unimos a él, a Dios Padre y entre nosotros.
5º punto: La vida
humana así adquiere sentido y se plenifica.
6º punto: Contemplaremos
la realidad de la vida de un modo nuevo: desde la conciencia transpersonal.
Marcelino Sánchez sj