domingo, 16 de agosto de 2015

Comentario Evangelio del domingo 16 de agosto (20º tiempo ordinario, ciclo B) - Jn. 6, 51-58


Continuamos con la lectura del evangelio de Juan avanzando en el discurso del  “pan de vida”. 

El primer contexto es que literariamente es una reflexión teológica del autor del evangelio puesta en boca de Jesús en un dialógo con los judíos que no acaban de creer en él.

Por eso el segundo contexto es el histórico del último tercio del siglo I en que las comunidades joánicas formadas por judeo-cristianos y los provenientes del paganismo, que celebran la eucaristía, quieren atraerse a los compañeros judíos que no acaban de creer en Jesús. De ahí las argumentaciones un tanto artificiales recurriendo al antiguo testamento para corroborar la fe mosaica de los judeo-cristianos.

Y, por último, el tercer contexto: frente a las corrientes gnósticas radicalizadas partidarias de una fe espiritualizante y desencarnada, una fe en Jesús plenamente humano y “de carne y hueso” como todos los hombres.
En resumen: una catequesis eucarística de la comunidad joánica en contexto apologético después del signo de la multiplicación de los panes.

Por ello consideramos los siguientes puntos:

1º punto: Jesús se nos da como alimento de vida en la eucaristía.

2º punto: La eucaristía es la entrega existencial de Jesús por la comunidad.

3º punto: Comulgar es unirse a Jesús, es participar de su vida, de forma que su vida sea también nuestra.

4º punto: Al comulgar con Jesús nos entregamos y nos unimos todos unos a otros como comunidad.

5º punto: Comulgar con Jesús es tener "vida eterna", entrar en conciencia trans-personal.

6º punto: ¿De qué forma personalmente cada uno aprovecha de la comunión eucarística?


Marcelino Sánchez sj