En esta semana hemos trastocado un poco las fibras humanas y nuestro corazón ha estado algo vulnerable. Y es que las despedidas son tristes, pero cuando son para siempre…... NO sé expresarlo.
No me imagino haber vivido estos momentos sin vuestra cercanía, vuestro apoyo y vuestro consuelo…Así que: muchas gracias a todos los que nos habéis arropado. Sé que Antonio es también parte de vosotros, porque en vosotros también lo vi. Gracias.
Y para acabar diré que No hay cosa más grande que sentir la presencia de mi padre en la unión y cariño de mi madre y mis hermanos. Que siguiendo su ejemplo lo tendremos siempre presente entre nosotros, como él nos enseñó, siguiendo el camino de Jesús, camino de amor y justicia, camino de perdón y paz, camino de solidaridad.
Gracias.
José Ramón Solís Moreno