Hay que enmarcar, en
primer lugar este relato joánico en su contexto:
Históricamente Jesús se
ha hecho bautizar por Juan y se ha enrolado en su movimiento. Cuando
toman preso a Juan, Jesús comienza su predicación y busca
compañeros.
De telón de fondo se
presenta a Juan Bautista como el "precursor" de Jesús, por
eso le señala con una frase litúrgica y bíblica: "Cordero de
Dios". Así lo piensa la primitiva comunidad joánica.
El evangelista Juan
quiere escenificar cómo se inició el pequeño grupo de seguidores
de Jesús poniendo el acento en cómo fue su experiencia personal de
encuentro con Jesús.
Para nuestra
consideración analizando el texto señalamos:
1º punto: La fe es
búsqueda, es camino existencial de vida.
2º punto: La fe se
interroga y pregunta acerca del sentido profundo de la vida.
3º punto: La fe supone
apertura a la novedad de Dios.
4º punto: La fe conlleva
encontrarse. Salir hacia el otro. Estar juntos.
5º punto: La fe, una
relación de amistad, de comunicación de Dios que conlleva
liberación y salvación.
6º punto: Una fe que
lleva a comunicar la buena noticia a los demás, no se la queda uno
para sí solo.
7º punto: Jesús nos
llama en la historia personal. Hacer memoria de la experiencia
histórica personal de encuentro. Y consecuentemente se sigue un
cambio de vida.
Por, ello, en este
encuentro personal, que es la fe, preguntamos a Jesús:
¿Cuál es el secreto de
tu vida? ¿Qué es vivir para ti?
Y a su vez nos
preguntamos:
¿Queremos orientar
vuestra vida en la dirección que lleva Jesús?
Jesús nos puede
responder:
Tened vosotros mismos la
experiencia. No busquéis fuera. Venid a vivir conmigo.