domingo, 24 de junio de 2018

Comentario Evangelio del domingo 24 de junio: Nacimiento de Juan Bautista (Solemnidad)


San Juan, el hombre.

Dios lo eligió “desde el vientre de su madre”. Esto no significa que Dios trajo a un hombre a la existencia para darle una misión, sino que, porque necesita un profeta, nació un hombre. El hombre nace para cumplir una misión. Y cumpliendo cada un con su misión se realiza como persona. Lo importante es poder decir: “Misión cumplida”. Lo que hay que hacer en la vida, a veces, vale más que la vida misma. Normalmente, cuando nos preguntan como a Juan: Tú, ¿quién eres?. Sacamos todos nuestros títulos…soy Doctorado, Licenciado, Obispo, Párroco, Maestro etc. En cambio San Juan dice Yo no soy…El Mesías. No soy profeta…No soy… Soy la voz de otro que es el importante. Ser hombre es saber dar paso a otro que viene detrás de nosotros. .Y hará las cosas como nosotros o incluso mejor.


San Juan el profeta.

A veces entendemos mal eso de profeta. Decimos que es como un adivino que ve el futuro y nos habla de lo que va a pasar. Pero el profeta es el que anuncia y denuncia. Anuncia la Buena Nueva de Dios o de Jesucristo. Da buenas noticias sobre Dios y sobre Jesús. Y denuncia todo lo que está mal. San Juan era muy estimado por el rey Herodes. Éste le escuchaba, le respetaba. Pero un día el rey se cansó de su mujer y se encaprichó por su cuñada. Esto era un escándalo pero la gente, como era el rey, nadie se atrevía a decirle nada. Y llega Juan y le dice: Por muy rey que seas a ti no te es lícito tomar la mujer de tu hermano. Y le costó la cárcel y después la vida. Pero dijo la verdad, Pueden encarcelar al profeta, pero no su palabra. Y cuando lo matan toda su vida se convierte en “palabrea” en testimonio…


San Juan, el Santo.

De San Juan se dice que “nunca abaja el dedo”. No puede porque siempre debe apuntar a Jesucristo, a Dios. Dios es el Absoluto, el único necesario a quien debemos adorar. Yo no soy lo definitivo. Santos que sepan transmitir esa fe. Se cuenta de el niño que va con su padre a visitar una Catedral a medio día y el niño pregunta por esa figura que aparece en una de las vidrieras. Es un santo, le dice el padre. Y cuando la Maestra en la clase de religión pregunta a ver quién sabe qué es un santo, el niño responde: Un hombre que deja pasar la luz. Bonita definición de santo. Así fue San Juan. Un hombre lleno de luz, lleno de Dios y dejaba pasar esa luz a los demás. Necesitamos santos. Hombres y mujeres que señalen con el dedo a Dios y después sepan transmitir esa luz, esa fe, ese amor esa dulzura a los demás.

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