lunes, 6 de junio de 2016

NI tanto ni tan poco

Te habrás dado cuenta. ¡Qué fascinante es percibir cómo la vida puede depender de la justa distancia entre las cosas! En astronomía hay algo a lo que denominan «zona de habitabilidad», donde la distancia de un planeta respecto a su estrella debe ser la adecuada para que permita la existencia de agua y, por lo tanto, el que pueda darse alguna opción de vida. Porque si el planeta está muy lejos del sol, el frío lo congelaría todo. Y por el contrario, si está demasiado próximo a nuestra estrella, el calor y la radiación serán tales que se abrasaría cualquier esperanza de vida. 

Es un principio universal: la vida misma depende de esta justa cercanía. Y así ocurre en nuestras relaciones personales. El permanecer demasiado cerca o lejos de algunas personas, historias o situaciones, probablemente dificultará una relación equilibrada, sana y respetuosa con la persona que tienes al lado.


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