miércoles, 20 de agosto de 2014

En sus marcas....listos...

Va….!

Y comienza la vorágine de pensamientos a fluir por nuestra cabeza.  No necesitan mayor estímulo, simplemente surgen y llenan nuestra mente de ideas de todo tipo. Ahí se entremezclan  las inseguridades y los temores con el optimismo y la confianza, luchando cada cual por ser el preponderante.

Que si puedo, que si nunca lo lograré.

Que si  soy lo máximo, que si nada me sale bien.

Que lo que hago pasa desapercibido, que esta vez sí que me lucí.

Que todo lo que hice fue en vano, que valió la pena el esfuerzo.

Y así, siempre contradictorios, siempre encontrados, siempre claros y oscuros a la vez.

Algunos  muy sensatos y otros completamente disparatados; hay de los que logran inflarte  como un pavo real, y otros que por el contrario te empequeñecen cual ratoncillo asustado.

Todo el día en constante movimiento, bullicio interno que difícilmente podemos apaciguar, siempre en actividad, siempre en discrepancia. 

Hace falta mucho empeño, fuerza  interior, autocontrol  y autoestima para poder evitar aquellos pensamientos que nos empequeñecen o asustan y  cultivar los que nos elevan, pero  con la práctica   a veces se consigue, y cuando logras pensar objetivamente y hallar el equilibrio descubres que generalmente el balance de los hechos fue positivo.
Extraído de Atrévete a sonreir...